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El Consorcio TICCA y los territorios de vida de los Pueblos Indígenas

El Consorcio como colectivo, junto con sus Miembros, han sido, entre otros, los principales promotores de un cambio de mentalidad: el apoyo y el reconocimiento a los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, a sus cosmovisiones, su gobernanza biocultural y sus sistemas de conocimiento pueden ayudarnos a encontrar caminos transformadores para abordar la crisis ecológica y climática mundial, que es cada vez más profunda

Miembros de la comunidad local siembran plantas acuáticas nativas para restaurar y conservar el hábitat en Sawartola, Maharashtra, India. Foto © Mahendra Raut/ BNVSAM

First published on 03/08/2024, and last updated on 03/12/2024

Por Neema Pathak Broome, Coordinadora del Programa de Conservación y Medios de Vida en Kalpavriksh (Miembro del Consorcio TICCA) y Coordinadora Regional para Asia del Sur del Consorcio TICCA

Traducción al español de Josefina Boris


Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de todo el mundo han tenido que enfrentar la colonización y la explotación extractiva de sus tierras, aguas y territorios para abastecer a las potencias imperiales y capitalistas.

En la mayoría de los países de Asia, África, y América del Sur, los gobiernos nacionales poscoloniales han continuado con las prácticas de apropiación de tierras y recursos utilizadas en los tiempos de las colonias; por un lado, con fines de explotación comercial y, por el otro, por la conservación colonial o de fortaleza. Esto se lleva a cabo mediante el despojo y el no reconocimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, sus formas de ser y sus cosmovisiones.

Sin embargo, los territorios, las tierras y aguas que permanecen ocupados o utilizados por los Pueblos Indígenas continúan abarcando una biodiversidad y vida silvestre significativas y se sabe que protegen el 80 % de la diversidad biológica mundial.

Su contribución a la conservación y la acción climática que realizan siguen siendo ignoradas. Además, se enfrentan a amenazas más graves que nunca debido a las políticas y medidas nacionales de conservación de la biodiversidad y a la práctica predominante que otorga a las empresas el control del crecimiento, el desarrollo y la modernización. Este es el telón de fondo del surgimiento y la misión del Consorcio TICCA.

El surgimiento de un movimiento mundial

Las prácticas y políticas de conservación tradicionales, que tienen raíz en los tiempos coloniales, siguen estando influenciadas fuertemente por las grandes organizaciones y convenciones internacionales de conservación. En 1994, uno de los cofundadores del Consorcio, después de convertirse en jefe del Programa de Política Social de la UICN, formó el Grupo de Trabajo de Gestión Colaborativa para dar un paso hacia la inclusión de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

El Grupo de Trabajo ejerció presión para desarrollar y adoptar la recomendación programática de la UICN sobre Gestión Colaborativa para la Conservación, junto con algunas otras recomendaciones sobre los derechos de los Pueblos Indígenas y la necesidad de defenderlos ante los desarrollos industriales y mineros. Esta iniciativa aparentemente pequeña fue un gran avance dentro de las organizaciones de conservación tradicionales, que cuentan con muchos gobiernos y organizaciones conservadoras entre sus miembros.

Sin embargo, quienes promovían estos enfoques tuvieron que pagar un precio por “tener demasiada conciencia social y ser muy radicales”, y varios fueron expulsados de sus instituciones. Estos actores clave se unieron para constituir una red informal y comenzaron a conectarse con otros en diferentes partes del mundo.

Gracias a la creación de redes y al trabajo de divulgación, los enfoques sobre la conservación pasaron gradualmente de la conservación colonial o de fortaleza, dirigida exclusivamente por el estado, a sistemas colaborativos y compartidos hasta llegar, finalmente, a los sistemas de conservación de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, que incluyen el autogobierno y la autodeterminación. El término áreas de conservación comunitaria (ACC) comenzó a ganar reconocimiento y visibilidad en los discursos mundiales sobre conservación.

Con el tiempo, el discurso incluyó a las áreas de conservación comunitaria e indígena (ICCA, por sus siglas en inglés), es decir, áreas y territorios conservados por Pueblos Indígenas y comunidades locales; en la actualidad conocidos como TICCA, territorios de vida.

Consorcio TICCA

En 2010, luego de mucha reflexión y debates internos, se hizo evidente que para mantener este impulso y proporcionar un apoyo significativo a las luchas de los TICCA se necesitaría cierto nivel de formalización y apoyo institucional y financiero. Así, se creó el Consorcio TICCA.

A finales de 2022, contaba con 217 Miembros y 474 Miembros Honorarios provenientes de 86 países.

Uno de los desafíos más grandes para una asociación como el Consorcio TICCA es encontrar el equilibrio adecuado entre lograr algún nivel de institucionalización formal sin dejar de lado las características de un movimiento. Si bien lo primero es esencial para garantizarle a los Miembros un apoyo estructurado, coordinado, sostenido y sólido financieramente, lo segundo es fundamental para una toma de decisiones descentralizada y un funcionamiento con flexibilidad, adaptabilidad, informalidad, creación de consenso, transparencia, inclusividad y distribución mutua de la responsabilidad y la rendición de cuentas en todos los niveles y esferas.

El Consorcio está fortaleciendo actualmente sus procesos de regionalización. Los Miembros y Miembros Honorarios de las seis regiones identificadas se autoorganizan y algunos celebran asambleas regionales y nacionales.

Los procesos de regionalización varían de una región a otra y van desde colaboraciones bien estructuradas y formales hasta otras informales. Sin embargo, todas las regiones tienen estrategias, planes, procedimientos y modalidades regionales y nacionales.

Al igual que sucede en la Asamblea General del Consorcio a nivel mundial, las asambleas regionales toman decisiones por consenso a través de debates regulares, abiertos e inclusivos que se celebran en gran parte en línea y, a veces, personalmente. Estas asambleas permiten a los Miembros y Miembros Honorarios discutir y compartir el trabajo y los desafíos actuales, así como identificar prioridades y diseñar en conjunto planes para la región. Las asambleas regionales han sido cruciales para potenciar los intercambios de aprendizaje sobre diversos temas, ampliar el apoyo mutuo y la solidaridad, elaborar estrategias colectivas, recaudar fondos y compartir recursos.

Logros

A medida que se profundiza la crisis ecológica y climática mundial, también ha aumentado la conciencia de que el apoyo y el reconocimiento a los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, a sus cosmovisiones, su gobernanza biocultural y sus sistemas de conocimiento pueden ayudarnos a encontrar caminos transformadores para abordar las crisis mundiales.

El Consorcio como colectivo, junto con sus Miembros, han sido, entre otros, los principales promotores de este cambio de mentalidad. El Consorcio ha surgido como un actor esencial en los discursos, acuerdos, convenciones y procesos mundiales y regionales relacionados con la conservación, y continúa desempeñando un papel decisivo en la transición de políticas y prácticas de conservación tradicionales hacia otras que garanticen mayor equidad, justicia e inclusión.

Simultáneamente, el objetivo también ha sido brindar un apoyo y una visibilidad más importantes a las contribuciones de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales relacionadas con la conservación y el clima, a sus procesos de autodeterminación y autofortalecimiento, y a sus luchas por defender sus territorios frente al extractivismo.

Este objetivo se ha logrado mediante la promoción de los siguientes recursos: publicaciones regulares e informes de políticas; el apoyo a los procesos de documentación locales, nacionales y regionales; la interacción periódica entre los Miembros sobre los discursos de políticas mundiales y los mecanismos de financiación; la participación directa de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales de los TICCA en diversas negociaciones y diálogos mundiales y regionales; los intercambios de aprendizaje entre pares; el apoyo a los procesos de autofortalecimiento y autosostenibilidad para superar los desafíos internos, entre otros.

Los Miembros del Consorcio y las secretarías a nivel nacional, regional y mundial también trabajan para crear asociaciones de colaboración más estrecha con organizaciones bilaterales y multilaterales, como el Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD, para lograr un mayor apoyo a los TICCA y entablar diálogos con grandes organizaciones conservacionistas, como el Fondo Mundial para la Naturaleza, cuyas políticas afectan directa o indirectamente a los TICCA.

Desafíos

Como es de esperar, una asociación como el Consorcio se enfrenta constantemente a desafíos internos y externos. Los desafíos internos están relacionados con el mantenimiento de la equidad interna, la rendición de cuentas, la transparencia y los equilibrios de poder. A lo largo de su primera década de existencia formal, el Consorcio ha multiplicado varias veces sus recursos financieros y la capacidad de su secretaría.

Para lograr una determinada escala de operación, eficacia y apoyo, y al mismo tiempo evitar una concentración de poder, se requiere de vigilancia, reflexión y acción constantes en todos los niveles. La mayoría de las funciones de toma de decisiones dentro del Consorcio dependen en gran medida de la contribución voluntaria de tiempo y esfuerzo de quienes, a menudo, también participan en acciones de base profundas. Puede resultar difícil exigir responsabilidades por los compromisos voluntarios, en particular cuando los involucrados ya están comprometidos en exceso.

Si bien el Consorcio ha contribuido a lograr avances significativos en las políticas internacionales, la aplicación de estas en el plano nacional ha sido un enorme desafío.

En muchas regiones, los TICCA se enfrentan a la resistencia de los organismos estatales, ya que las grandes organizaciones conservacionistas y los departamentos estatales de vida silvestre ejercen presión para continuar con la conservación colonial o de fortaleza. Esto conduce a violaciones de los derechos humanos a gran escala y a desplazamientos internos. A su vez, las disposiciones del consentimiento libre, previo e informado en gran medida se ven violadas. Por otro lado, está creciendo la tendencia a cooptar el lenguaje de la inclusión, la equidad y la justicia en las declaraciones políticas. Sin embargo, a la hora de verlo plasmado en la realidad, en el mejor de los casos, todo sigue como de costumbre; mientras que, en las peores situaciones, se puede notar un retroceso en cuanto a estos valores.

Por último, es muy importante remarcar la enormidad de temas a los que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales se enfrentan: desequilibrios de poder e injusticias estructurales profundamente arraigados, un modelo extractivo basado en el crecimiento que no para de crecer y rápidos cambios socioculturales internos; poderes centralizados en manos de gobiernos autoritarios y dirigidos o controlados por empresas, que acallan a los medios de comunicación, criminalizan la disidencia y reducen los espacios para la resistencia y el apoyo financiero; conflictos geopolíticos y guerras entre estados-nación.

En conclusión, el Consorcio tiene reflexiones y debates internos sobre cómo ampliar el apoyo a los Pueblos Indígenas y las comunidades locales en estas situaciones y, así, generar un gran cambio transformador mundial. En 2023, el Consorcio finalizó y adoptó un manifiesto como documento de trabajo para seguir aprendiendo, reflexionando y actuando en búsqueda de una respuesta, que se encuentra en constante evolución, a la crisis mundial.

Nota: el foro The Great Transition Initiative publicó este artículo por primera vez en noviembre de 2023. El artículo ha sido editado parcialmente para su posterior publicación en el sitio web del Consorcio TICCA.