Territorios de Vida: Informe 2021 revela el papel indiscutible de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales para garantizar un planeta saludable para todos y las acciones urgentes requeridas para apoyarlos
First published on 04/07/2025
Fundamentos
Territorios de Vida: Informe 2021 es un análisis a nivel local y mundial de los territorios y las áreas conservadas por Pueblos Indígenas y comunidades locales (abreviados en ocasiones como «TICCA» o, sencillamente, «territorios de vida»).
Este enfoque de escala múltiple entrelaza diversas perspectivas, visiones y nuevos hallazgos sobre el fenómeno mundial de base de territorios de vida, a la vez que crea un espacio para matices y complejidades. En general, el informe contribuye a un volumen creciente de bibliografía sobre el papel indiscutible que tienen los Pueblos Indígenas y las comunidades locales para garantizar un planeta saludable para todos y las acciones urgentes requeridas para apoyarlos. A continuación, se presentan los distintos elementos del informe, junto con sus principales hallazgos, conclusiones y recomendaciones.
Resumen
ejecutivo
Territorios
Análisis nacionales y regionales
Análisis global
Principales hallazgos de Territorios de Vida: Informe 2021
A partir de diecisiete estudios de casos sobre territorios de vida, seis análisis nacionales y regionales y el análisis geográfico global, copublicado con el Centro Mundial para el Seguimiento de la Conservación (WCMC, por su sigla en inglés) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los principales hallazgos del informe de 2021 son los siguientes:

Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales desempeñan un papel muy importante en la gobernanza, la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y la naturaleza del mundo. Además, protegen y conservan de forma activa una asombrosa diversidad de especies, hábitats y ecosistemas importantes a nivel mundial, y así garantizan la base para tener agua y aire limpios, alimentos saludables y medios de sustento para personas que viven más allá de sus fronteras.

Las grandes contribuciones que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales realizan para tener un planeta saludable se encuentran enraizadas en sus culturas y en sus tierras y territorios colectivos. En esesencia, las profundas relaciones entre sus identidades, sistemas de gobernanza y las otras especies y seres espirituales con quienes coexisten son parte de su esencia. De este modo, también contribuyen significativamente al patrimonio cultural y lingüístico, tangible e intangible, de todo el mundo.

El análisis geográfico global muestra que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son los custodios de facto de muchas áreas protegidas y conservadas que son gobernadas por el estado o por privados. Asimismo, conservan una gran proporción de la naturaleza y las tierras ubicadas fuera de estas áreas. Sin embargo, el sector de la conservación tiene un legado histórico y continuo de contestación hacia los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, que depende del grado en que sus derechos, sistemas de gobernanza y formas de vida sean reconocidos y respetados. Esto plantea tanto un desafío como una oportunidad para el rumbo futuro de los esfuerzos de conservación locales a globales.

Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales están en la primera línea de la resistencia ante los principales responsables industriales de la pérdida de biodiversidad en el mundo y del colapso climático, y frecuentemente son objeto de represalias y violencia por ello. Junto con otros desafíos, estos factores estresantes pueden tener efectos acumulativos y complejos que, a su vez, generan amenazas a largo plazo a sus vidas, culturas y resiliencia. Sin embargo, continúan resistiendo y respondiendo a estas intimidaciones de diversas maneras.

Aún frente a amenazas enormes, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales tienen una resiliencia y determinación extraordinaria para mantener su dignidad y la integridad de sus territorios y áreas. Se están adaptando a contextos muy cambiantes y están usando diversas estrategias para garantizar sus derechos y sus tierras y territorios de vida colectivos. Han logrado, aunque no sin contratiempos, avances claves y aún persisten en la búsqueda de autodeterminación, autogobernanza, paz y sostenibilidad
Hallazgos clave del análisis geográfico global copublicado con el WCMC del PNUMA
Este análisis geográfico global, publicado en conjunto por el WCMC del PNUMA y el Consorcio TICCA, es el más exhaustivo sobre la extensión estimada de los territorios y áreas conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales (denominados en este análisis «TICCA potenciales»). Los principales hallazgos de este análisis global son los siguientes:
Los Pueblos Indígenas y las comunidades locales desempeñan un papel destacado en la gobernanza, la conservación y el uso sostenible de la tierra y de la biodiversidad del mundo.
Se estima que los TICCA potenciales cubren más de una quinta parte (21 %) del territorio mundial (es decir, aproximadamente el tamaño de África), y más de una quinta parte (22 %) de las Áreas Clave para la Biodiversidad del mundo. Como custodios de una proporción tan grande del planeta, deben ser reconocidos y respetados como titulares de derechos, protagonistas y líderes en los procesos de toma de decisiones relevantes. Además, se deben reconocer y defender sus derechos a la autodeterminación, a la tierra y a sus territorios colectivos para que puedan protegerse de las amenazas.
Al menos una cuarta parte (26 %) de las áreas protegidas y conservadas del mundo que son gobernadas de forma privada y estatal se superponen con TICCA potenciales.
Por lo tanto, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son probablemente los custodios de facto de muchas áreas protegidas y conservadas existentes, sin ser reconocidos de manera formal como tales. En muchos casos, es precisamente debido a las acciones y contribuciones para la biodiversidad que hacen los Pueblos Indígenas y las comunidades locales que estos sitios se han considerado «adecuados» para la protección formal. Esta superposición también plantea preocupaciones importantes con respecto a las implicaciones, tanto históricas como actuales, de los derechos humanos en el contexto de las áreas protegidas y conservadas por los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, incluidos los potenciales desplazamientos forzados, la desautorización de los sistemas de gestión y de gobernanza consuetudinarios locales y la criminalización de sus prácticas culturales.
Casi un tercio (31 %) de la tierra del planeta ya estaría incluida en las áreas dedicadas a la conservación o al mantenimiento de la tierra en buenas condiciones ecológicas.
Si los TICCA potenciales fueran reconocidos por sus contribuciones a la conservación en el sistema de áreas protegidas y conservadas que son gobernadas de forma privada y estatal (14 % de la tierra a nivel mundial), la cobertura total ascendería al 31 %. Este hallazgo subraya cuán esencial es reconocer y apoyar adecuadamente los derechos de los Pueblos Indígenas y de las comunidades locales y los esfuerzos de conservación que ya realizan, para lograr cualquier meta del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020 que esté relacionada con áreas, ya sea del 30 % o de otro tipo. Los Pueblos Indígenas, las comunidades locales y las organizaciones de la sociedad civil han expresado gran preocupación acerca de la Meta 2 del borrador actual. Este análisis ilustra la oportunidad y la necesidad de incorporar explícitamente los derechos humanos, la diversidad de gobernanza y la equidad en esta meta, de modo que su implementación garantice el respeto a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales como titulares de derechos.
Los TICCA potenciales conforman una superficie mayor que la red de áreas terrestres protegidas y conservadas por la gestión estatal y privada.
Más allá de esta red, que actualmente cubre el 14 % de la tierra, los TICCA potenciales cubren el 17 % de esta. En muchos casos, la forma en que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales gobiernan y gestionan sus territorios y tierras es consistente con la definición de área protegida o conservada. Sin embargo, depende de los custodios la decisión de participar, y de qué maneras, en el sistema «oficial» de áreas protegidas y conservadas, así como en las designaciones y las formas de identificación y documentación relacionadas.
Los TICCA potenciales cubren al menos un tercio (33 %) de los paisajes forestales intactos a nivel mundial.
También cubren al menos un tercio (32 %) de las áreas que se consideran clave para revertir la pérdida de biodiversidad, prevenir las emisiones de CO2 fruto de las conversiones en los terrenos y potenciar los sumideros naturales de carbono. Este hallazgo indica que, además de ser titulares de derechos sobre estos territorios y estas áreas, los Pueblos Indígenas y las comunidades locales son también los protagonistas y los agentes de cambio en los esfuerzos locales y mundiales para proteger los entornos forestales, detener la pérdida de biodiversidad, reducir los incendios forestales y mitigar el colapso climático.
Algunas áreas gobernadas por Pueblos Indígenas y comunidades locales son reconocidas por la UNESCO como sitios naturales de valor universal excepcional.
Casi un tercio (32 %) del total de los sitios naturales y mixtos del Patrimonio Mundial de la UNESCO se superponen en algún punto con TICCA potenciales. Esta labor debe ser reconocida y apoyada, y los esfuerzos de conservación subsiguientes deben tener como objetivo reforzar y apoyar las conexiones profundas que hay entre la diversidad cultural y biológica en las tierras y los territorios de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales con las prácticas sociales, culturales y espirituales que los nutren y mantienen.
Al menos un 16 % de la extensión de los TICCA potenciales se encuentra muy expuesta a presiones ante el desarrollo futuro de industrias productoras y extractivas.
Aunque estas altas presiones industriales no son inevitables, es importante estar preparados para esta posibilidad, lo que incluye apoyar de forma proactiva y urgente a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales para asegurar el derecho sobre sus tierras y territorios colectivos y a sus sistemas de gobernanza. Este 16 % incluye a las áreas bajo alta presión, pero el otro 84 % del total no debe considerarse libre de presión ante el desarrollo. Dados los importantes vínculos existentes entre los TICCA potenciales y las áreas de importancia crucial para la biodiversidad y para un clima saludable, apoyar a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales debe ser una prioridad para todos los actores en el sector de la conservación, de modo que se garanticen sus derechos y se protejan y defiendan sus territorios y áreas también contra las presiones industriales.
Conclusiones y recomendaciones
Es hora de reconocer a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales como los verdaderos agentes de un cambio transformador. Son tan importantes para mantener la diversidad de la vida en la Tierra que sería imposible abordar las crisis de biodiversidad y climática sin tenerlos en cuenta. Podría decirse que el apoyo a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales para garantizar tanto sus tierras y territorios de vida colectivos como una mínima serie de derechos es un eslabón clave que falta en los compromisos mundiales y en su implementación a nivel nacional. Son de particular importancia los derechos a la autodeterminación, los sistemas de gobernanza, las culturas y formas de vida; así como los derechos al acceso a la información, a la justicia y a participar en procesos de toma de decisiones relevantes.
En términos prácticos, buscar el cumplimiento de estos objetivos requiere un incremento sustancial de apoyo social, político, legal, institucional y financiero para los Pueblos Indígenas y las comunidades locales. En primer lugar, por parte de los gobiernos estatales o nacionales, pero también de instituciones financieras públicas y privadas. Es hora de que los movimientos sociales y las organizaciones civiles que trabajan en las áreas de los derechos humanos, la conservación, la justicia climática y los temas relacionados a las tierras se unan en este esfuerzo colectivo. También desempeñan un papel fundamental abogados, defensores legales, investigadores, periodistas, comunicadores y otras personas con conocimientos especializados.
Las recomendaciones generales de Territorios de Vida: Informe 2021 son:
1
Reconocer y respetar el papel preponderante de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales para mantener un planeta saludable, así como las profundas relaciones culturales y espirituales y los sistemas de gobernanza en los que se basan para hacerlo.
2
Apoyar a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales para garantizar sus tierras y territorios colectivos, fortalecer sus sistemas autodeterminados de gobernanza y mantener sus culturas y formas de vida según sus propios criterios. Esto requiere reformas significativas en los sistemas jurídicos y políticos nacionales, así como también en los sistemas financieros y económicos internacionales.
3
Incorporar y defender los derechos humanos (incluidos los de los Pueblos Indígenas y los de otros grupos específicos, cuando sea relevante) en todas las políticas, leyes, instituciones, programas y procesos de toma de decisiones que afecten a los Pueblos Indígenas y a las comunidades locales, tanto a nivel internacional como local.
4
Detener a los responsables de la pérdida de la biodiversidad y el colapso climático, y frenar las amenazas y la violencia ejercida contra los pueblos y las comunidades que están defendiendo nuestro planeta.
5
Desarrollar el financiamiento basado en los derechos humanos como una herramienta clave para la ejecución equitativa y efectiva de los compromisos mundiales, incluido el relacionado a la biodiversidad, el clima y el desarrollo sostenible.